Bueno... esto que subo ahora sí que es nuevo, hacía años (literalmente) que no escribía algo así, aunque no llega a ser ficción, pero se sale del tema económico del que vengo escribiendo desde hace tiempo.
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Puedes ver que la vida sigue exactamente igual como la dejaste a tu alrededor. Que a pesar de que sentías que el mundo se te echaba encima, realmente todo siguió su curso. Pensaste que el reloj se había parado, pero solo fue tu percepción del tiempo. El tiempo pasa independientemente de tu actitud, independientemente de lo que hagas o dejes de hacer. El tiempo está por encima de ti, como otras muchas cosas que también lo están. Tú sólo eres una minúscula gota que puebla el inabarcable océano.
Quizás esta sea la lección que nunca llegaste a aprender, y que todo hombre debe conocer y entender, desde que empieza a ser hombre. A veces cuesta darse cuenta de que lo que hacemos tiene escasa influencia sobre lo más general. Puede que lo que hagamos no interese a nadie, o a casi nadie, actuando en la soledad, como el que grita en una calle vacía y desierta.
Nosotros somos nuestro propio mundo: con el ‘yo’ y el ‘ellos’. Y cada cambio inesperado de ese mundo nos perturba y nos saca de donde estábamos, de donde nos habíamos acomodado. Esas perturbaciones nos pueden quitar el sueño y las fuerzas, incluso las ganas de vivir. Pero hay millones de mundos más, como el nuestro, y no nos damos cuenta. Cada uno de ellos sufre sus propias perturbaciones, sus propias sorpresas y su propio sufrimiento. Mientras un mundo asciende a las alturas, otro al mismo tiempo puede haber descendido a lo más bajo de la tierra. Lo mismo, pero cambiándose ellos los papeles, sucederá más adelante.
Cada mundo es como una selva personal, pero abierta a las demás. Cada uno trata de adentrarse hacia la senda que le marque un camino, pero primero tendrá que deshacerse de todos los impedimentos que se anteponen en su camino: apartarse las ramas que le nublan la vista, retirarse los obstáculos que le impiden caminar. Y muchos se quedarán aquí, sin haber cruzado la primera etapa, sin haber salido del laberinto, de la niebla, sin haber encontrado nada salvo la perdición, totalmente desorientados. Sin parar de caminar, pero caminando como aquel que busca un tesoro donde solo hay tierra seca. Sumidos en la mediocridad más absoluta, y lo que es peor, sin vislumbrar una salida.
Los menos conseguirán superar la primera etapa, pero no sin dificultades. Llegarán exhaustos y deberán escoger la senda. Será su elección, nadie podrá arrebatársela. Su propia responsabilidad, nadie podrá arrebatársela. Cargará con la culpa de equivocarse, o con la gloria del triunfo. Solo él. Solo sobre sus hombros.
Sé que en todo esto hay mucho simbolismo, analogías rebuscadas e imágenes que quizá pertenezcan a otra época. Incluso me planteo si todo esto tiene algún significado real fuera de lo metafórico.
Hasta el momento he sido deshonesto. He cargado contra ti, pero ahora me toca a mí. Me falta una cosa, es tan importante como la lección que no aprendiste. Esta completa a la otra, y viceversa. La una sin la otra están incompletas, como el hombre sin la mujer.
Y esta es la lección que trataron de enseñarme, pero que tanto tiempo rehusé de escuchar. Pensaba que lo sabía todo. La experiencia y los años dan muchas cosas, la arrogancia puede estar entre ellas.
Esta lección puede que sea el reverso de la anterior, pero no la contradice ni mucho menos: cada minúscula gota del inabarcable océano es única e irrepetible; cada mundo nuestro no es uno más. Cada uno de nosotros posee algo único, es de hecho algo único, pero lo debemos compartir, porque no estamos solos. Cada uno de nosotros es igual en su unicidad. Por ello, la grandeza del individuo reside en su unicidad, mientras que la fuerza del grupo está en darse cuenta de los demás mundos distintos del nuestro, cada uno siendo único.
Ten esto presente. Son las dos lecciones que uno debe aprender en la vida. Al menos, uno no debe morirse sin haberlas aprendido. Pero te aconsejo que las guardes en tu cabeza cuanto antes. Así llegarás alto, pero no sueñes más alto de lo que tus ojos puedan ver.
FIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN
23-03-2009